¡¡La Escuela fue y seguirá siendo para mí una experiencia maravillosa!! Iniciando por la Maestra que tiene una sabiduría y pedagogía excepcionales. Sentí siempre que nos acompañábamos en el camino espiritual como una familia. El recorrido que hacemos con el Curso requiere desempacar las maletas que habías hecho para el viaje de la vida y empezar a andar ligero, simple, libre y pleno de paz. Tal como Dios nos creó. Gracias por seguir esparciendo las enseñanzas del Curso de Milagros por todo el mundo... ¡les aprecio profundamente!

María Esther, no tengo palabras para agradecer las experiencias vividas durante las meditaciones, la utilidad de las técnicas que nos has enseñado y el digerir para nosotras el texto de UCDM durante estos meses de la Escuela. Una experiencia maravillosa y un camino de amor y paz por recorrer con alegría y mucho entusiasmo porque ya sabemos cuál es nuestro norte. ¡¡¡Gracias, Gracias, Gracias!!!

El propósito de la Escuela se alcanzará siempre y cuando quien lo facilite tenga los dones del Espíritu Santo, los aplique en el trato hacia las personas, cuando se hace con amor, respeto, empatía; la sabiduría de explicar y vivenciar cada párrafo del libro, saber escuchar y entender cada problema y testimonio de vida, orientar cada solicitud de ayuda, hacer la clase dinámica y agradable de tal forma que se siente la alegría y motivación de no perder ni una sesión, de convencernos que somos los Santos Hijos de Dios, somos Amor, Espíritu y, todos estos dones son los que caracterizan a María Esther Leal, mi Maestra de un Curso de Milagros.